Sunday, January 17, 2010

Me gustó igualmente la segunda mitad de Leyendas de Guatemala. Es bastante diferente de lo que ya hemos leído. Esta vez el libro adopta la forma de lo que me parece una obra teatral. Cada escena va presentada por una introducción, o sea una especie de ubicación en el texto a través de lo que ocurre entre los personajes. Casi cada personaje se presenta primero con un ruido de un animal o lo que sea. Cualquiera cosa que sea, produce una repetición que suena varias veces antes del discurso que está iniciado por el personaje. Cuando Cuculcán empieza a hablar, repite “soy como el sol.” La S produce un tipo de consonancia y siempre nos sentimos como si estuviéramos escuchando un himno o un canto de un ritual indígena. Durante esta lectura me preguntaba y trataba de imaginar cómo será una adaptación de esa parte de la obra con personas reales. Traté de imaginar el efecto que tendrían los tambores durante el diálogo más tarde en la pieza. Tal vez me equivoco, pero supongo que el contar la trama medio con sonidos nos da un efecto ambiental, como si fuéramos en la selva o algún lugar en Guatemala. Muchas de las imágenes evocadas tienen que ver con la naturaleza como “…en medio de su gran respiración de piedra y agua…” y Cuculcán dice “…sale del agua sin mojarse…” Esto me llamó la atención porque es típico del realismo mágico, y me acordé de la escritura de Gabriel García Márquez. No estoy seguro, pero a veces vi parangones a Pedro Calderón de la Barca y sus teorías sobre el “engaño” y el “desengaño.” Por ejemplo, Guacamayo dice “…en su palacio la existencia es engaño de los sentidos…”, “…todo es sueño…”, “Me detestaba con el dolor y ahora, sin el dolor, vuelvo a quererme…” Además, Chinchibirín dice “…en el palacio del sol todo es mentira, dices que la vida es una ilusión de los sentidos, dices que nada existe fuera de Cuculcán que pasa de la mañana a la tarde, de la tarde a la noche, de la noche a la mañana…” Puede ser que la repetición de pasar un día tras otro nos muestra de alguna forma la importancia de los ciclos del sol y de la luna desde la mentalidad indígena. No estoy seguro del mensaje que Asturias relata sobre las mujeres. Escribe “…la mujer es la locura…” y “…las mujeres son metales que se hallan en estado de algodón…”

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